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lunes, 20 de agosto de 2012

BLACK WATER (Australia, 2007)


Dirección: David Nerlich & Andrew Traucki. Guión: David Nerlich & Andrew Traucki. Producción: The Australian Film Commission. Música: Rafael may. Intérpretes: Maeve Dermody, Diana Glenn, Ben Osenbould, Fiona Press, Andy Rodoreda.  Duración: 84 minutos.

De qué va: Grace y su marido, Adam, junto a la hermana de la primera, Lee, pasan unas vacaciones por el norte de Australia. Deciden salir a pescar a los pantanos en compañía de Jim, un guía de la zona. De repente su bote da una fuerte sacudida y vuelca. Jim desaparece y los tres turistas se ven obligados a encaramarse a un árbol ante la terrible realidad: han sido atacados por un enorme cocodrilo.

La criatura: Un cocodrilo de agua salada. Es el mayor reptil viviente y también el más feroz. Pueden medir de 4 a 7 metros y tiene la mayor potencia de mandíbula del reino animal (1770 kg/cm2). Extendido por todo el norte de Australia y sudeste asiático, el cocodrilo de agua salada es sumamente inteligente y rápido tanto en agua como en tierra, no temiendo incluso enfrentarse al temible tiburón blanco. Una auténtica máquina de matar, en definitiva.

La película: Inspirada en hechos reales convenientemente dramatizados para la ocasión, Black Water es, dentro de su modestia, un notable film que apenas da un momento de respiro al espectador.
Realizada a la limón por dos jóvenes directores como David Nerlitch y el argentino afincado en Australia, Andrew Traucki que luego repetiría fórmula con la también estimable El arrecife, el film queda perjudicado por sus escasos medios de producción no en relación a su factura, que es impecable, si no en lo relativo a su distribución, ya que quedó injustamente eclipsada por un título casi calcado como es El territorio de la bestia (Rogue), realizada con mayores medios pero, a la postre inferior a la que nos ocupa.
Muy bien interpretada por sus protagonistas, el film se beneficia de un inteligente tratamiento del suspense, basado más que en las apariciones del monstruo, en la incertidumbre de dónde se encontrará este y por donde atacará la próxima vez. El cocodrilo aparece relativamente poco, solo se le intuye, se oyen chapoteos, se ve arremolinarse el agua. La eliminación del tradicional punto de vista privilegiado del espectador hace que nos situemos en la misma situación que los personajes, logrando altas dosis de tensión durante todo el metraje. Recomendable.

A destacar: El estilo semi-documental y realista del film todavía nos introduce más en la trama. De hecho, uno de los ataques del animal fue real, y Traucki escapó de milagro a la embestida. No así la cámara que llegó a ser mordida por el cocodrilo. Afortunadamente esta se recuperó y ese metraje pudo ser integrado en el film. 




TRÁILER OFICIAL

domingo, 3 de junio de 2012

LA BESTIA BAJO EL ASFALTO 2 (USA, 1991)


Título original: Alligator II: The Mutation. Dirección: Jon Hess. Guión: Curt Allen. Producción: Golden Hawk Entertaiment. Música: Jack K. Tillar. Intérpretes: Joseph Bologna, Dee Wallace, Richard Lynch, Woody Brown, Holly Gagnier, Steve Railsback .  Duración: 90 minutos.

De qué va: La desaparición de varias personas ponen sobre aviso al detective David Hodges que sospecha que algo muy peligroso se mueve en las aguas subterráneas de la ciudad.  Con la ayuda de su esposa intentará averiguar qué está pasando antes de la inminente inauguración de un complejo turístico en el lago de la localidad.

La criatura: De nuevo un enorme caimán hiper-alimentado con residuos tóxicos en las alcantarillas de una gran ciudad. De nuevo un animal recreado mediante animales reales y primeros planos de animatronic. A pesar de haber transcurrido 11 años desde el primer título, los efectos aquí están mucho menos logrados.

La película: Tardía secuela del célebre título de Roger Corman y John Sayles que banaliza absolutamente todos los aciertos de aquella, logrando un indigesto trabajo con una molesta estética de telefilm. Otra vez políticos corruptos y sus espurios intereses económicos como responsables directos de los acontecimientos, aquí tratados de un modo tan falso y ridículo que difícilmente puede tomarse en serio.
Lo único que puede motivar mínimamente su visionado es el apañado reparto, con un desganado Joseph Bologna - Lío en Río - en el papel de policía - aunque por su estética bien podía haber sido un proxeneta de cualquier país del Este -, Dee Wallace - Aullidos, Critters - como su esposa bióloga, un desaprovechado Richard Lynch - Galáctica -, como cazador de cocodrilos, o Steve Railsback -Lifeforce - como pérfido promotor inmobiliario.
Ni por esas podemos salvar un título rodado con torpeza, con unos personajes  sin vida y unos ataques del monstruo tan chapuceros  que no pueden sino provocarnos a risa - o a lástima, según se mire -.

A destacar: Sin duda la siempre refrescante aparición de Dee Wallace, estupenda actriz con la extraña virtud de caer siempre bien, haga lo que haga.




Tráiler del film

sábado, 14 de abril de 2012

LA BESTIA BAJO EL ASFALTO (USA, 1980)

Título original: Alligator. Dirección: Lewis Teague. Guión: John Sayles. Producción: Warner Bros Pictures. Música: Craig Hundley. Intérpretes: Robert Foster, Robin Riker, Michael Gazzo, Dean Jagger, Henry Silva, Sydney Lassick, Jack Carter, Perry Lang,  Bart Braverman, Robert Doyle, Patti Jerome, Sue Lyon.  Duración: 84 minutos.

De qué va: Una cría de caimán es arrojada por el inodoro al sistema de alcantarillado de Chicago.  Al mismo tiempo una empresa farmacéutica que experimenta con hormonas del crecimiento se va deshaciendo de los cadáveres de los animales que emplea en sus experimentos arrojándolos a las cloacas. Dichos cadáveres servirán de alimento al caimán abandonado.

La criatura: Un gigantesco y voraz caimán de 12 metros. Su tamaño y ferocidad están plenamente justificados a tenor de los animales hormonados que han servido durante años como base de su dieta. En unos años donde los efectos digitales todavía no se empleaban apenas resulta sorprendente la eficacia a la hora de recrear a la criatura, con una inteligente combinación de animales reales sobre maquetas y animatronics.


La película: Estimable serie B que aun hoy día es preferible a la ingente cantidad de títulos que han ido apareciendo y que tienen a estos saurios como principales protagonistas. Una historia que se hace eco de la famosa leyenda urbana que asegura la existencia de toda una legión de cocodrilos viviendo en el alcantarillado de Nueva York debido a una época en la que se solían regalar a los niños las crías de estas bestias del mismo modo que hoy día lo hacemos con los hamsters o los conejos.

La película destila un agradable aroma a serie b clásica y admite una y otra vez un entretenido visionado merced a la unión de varios talentos, principalmente los de su guionista, John Sayles, y las profesionales manos de Lewis Teague, director que volvería a filmar cintas con amenazas animales en dos adaptaciones cinematográficas de sendos relatos de Stephen King, Cujo y Los ojos del gato.

John Sayles, -  uno de los grandes representantes de la ola progresista dentro del cine estadounidense - ,  vuelve a dejar el protagonismo en los hombros de un antihéroe - siempre eficaz Robert Foster - , una persona con serios problemas de sociabilidad debido a antiguos fantasmas del pasado, y a cargar las tintas contra una "clase dirigente" -políticos, militares, empresarios -  jalonando así el relato de reminiscencias izquierdista-ecológicas e impregnando todo con una pátina de sano humor negro.  Sayles, no lo olvidemos, aparte de ser un competente director, es el responsable de los guiones de títulos como Piraña - que comparte muchos elementos con la cinta que nos ocupa - , Aullidos, Los siete magníficos del espacio, El Clan del oso cavernario o Las crónicas de Spiderwick. Ahí es nada.

A destacar:  Entre muchos otros elementos, la estupenda fotografía del operador Joseph Mangine, que logra una asfixiante y fantasmagórica atmósfera en las secuencias que transcurren bajo la superficie, en el sistema de alcantarillado.



Tráiler original del Film

domingo, 11 de marzo de 2012

ANACONDA 4: RASTRO DE SANGRE (Rumanía-USA, 2009)

Título original: Anacondas: Trail of Blood. Dirección: Don E. FauntLeRoy. Guión: David C. Olson. Producción: Castel Film Romania, Hollywood Media Bridge & Sony Pictures Home Entertainment. Música: Peter Meisner. Intérpretes: Crystal Allen, John Rhys-Davies, Danny Midwinter, Linden Ashby, Ana Ularu, Calin Stanciu, Claudiu Bleont, Anca-loana Androne, Emil Hostina, Dan Badarau.  Duración: 84 minutos.


De qué va: Tras conseguir en la tercera parte un ejemplar de anaconda genéticamente mejorada, un científico logra obtener por fin el suero regenerativo. No obstante la serpiente escapa una vez más, matando a todo el que se encuentra a su paso por los intrincados bosques de Rumania. La doctora Amanda Hayes sigue sus pasos de cerca, decidida a acabar con ella antes de que cause más víctimas.

La criatura: De nuevo una super-serpiente más rápida, más fuerte, más voraz y ahora con una añadido extra: es capaz de autoregenerarse de prácticamente cualquier herida, lo cual la hace muy difícil de eliminar. De nuevo un bicho completamente diseñado y recreado por efectos digitales. Y esto cada vez nos lo creemos menos.

La película: Un título rodado al mismo tiempo que su tercera parte, en una típica operación 2x1, "que si tienes contratados ya a los actores y desplazado el equipo a las localizaciones rumanas ¿por qué no aprovechar?", pensaron.

Contra todo pronóstico, la película resulta mucho más entretenida que su título mellizo debido a diferentes causas. En primer lugar se abusa menos de los CGI en efectos gore, circunstancia esta que es de agradecer. En segundo lugar, y paradójicamente, las apariciones de la serpiente están más espaciadas, centrándoce la historia en un grupo de paleontólogos que realizan unas excavaciones  por la zona de caza del bífido y que se ven involcurados involutariamente en la lucha entre el voraz animal y un grupo de mercenarios que la buscan para obtener la recompensa. Así las persecuciones sin sentido de la tercera parte dan paso aquí a una trama mejor estructurada y unos personajes algo más interesantes. Pero que nadie se entusiasme demasiado puesto que la película nunca abandona su condición de mero producto de consumo rápido para espectadores poco exigentes, aunque es de agradecer esa pequeña novedad que evita que el film sea tan previsible como su antecesora.

Desgraciadamente el tercio final vuelve a unos derroteros excesivamente trillados, y mal contados además, que nos hacen despertar del espejismo que disfrutamos por unos instantes. Por cierto, y es justo reseñarlo en una web dedicada exclusivamente a bichos marinos, aquí se obvia por completo que el hábitat natural de la anaconda es el agua, desarrollándose toda la cción en tierra firme. Con todo no era cuestión de dejar esta saga coja, razón de su inclusión en el blog.

A destacar: Plagado de actores rumanos - no hay más que ver el reparto cuyos apellidos delatan su origen centroeuropeo - tenemos que destacar la participación de una estrella en ciernes como la guapa Ana Ularu - Periferic - . Estupenda actriz a la que habrá que seguirle la pista desde ya



Trailer de Anaconda 4

jueves, 2 de febrero de 2012

ANACONDA 3: La Amenaza (USA-Rumanía, 2008)

Título original: Anaconda 3: The Offspring. Dirección: Don E. FauntLeRoy. Guión: Nicholas Davidoff, David C. Olson. Producción: Castel Film. Música: Peter meisner. Intérpretes: Crystal Allen, David Hasselhoff, John Rhys-Davies, Patrick Regis, Anthony Green, Alin Olteanu, Toma Danila, Mihaela Elena Oros, Bogdan Uritescu.  Duración: 85 minutos.

De qué va: Un multimillonario (John Rhys-Davies) consigue criar en laboratorio una pareja de anacondas hipervitaminadas y supermineralizadas gracias a la orquídea sangrienta del título precedente. Cuando las serpientes logran escapar de su cautiverio, es menester contratar a un grupo de cazadores encabezados por Hammett (David Hasselhoff) para atraparlas antes que estas se reproduzcan.

La criatura: Una pareja de super-anacondas de 18 metros, más rápidas, ágiles y violentas de lo normal merced a los efectos secundarios del tratamiento a base de la orquídea sangrienta - véase Anacondas: la cacería por la orquídea sangrienta  -. Su recreación se limita a unos deficientes CGI que hacen añorar los efectos especiales de los títulos anteriores - que tampoco eran cosas de otro mundo, por cierto - .

La película: Flojísima producción televisiva que masacra sin pudor elementos sacados directamente de Predator e incluso Alien. Desde los primeros instantes nos damos cuenta de la modestia de la propuesta, intentando hacer pasar un bosque transilvano por una jungla tropical y mostrando unos CGI paupérrimos que llegan hasta el punto de mostrarnos a las serpientes desplazándose ¡en línea recta! pasando por encima de las leyes de la física y la anatomía de estos reptiles - los técnicos de efectos debían ser los únicos que no saben que las serpientes se desplazan por ondulación lateral -.

El principal problema de la cinta no son todas estas incoherencias, sino la pobreza de su guión, de una simpleza aplastante y que avanza a base de topicazos del género. Esto provoca un inmediato cansancio al descubrir a los diez minutos de metraje que esta película nos la sabemos de memoria.

Del reparto no podemos menos que destacar la  - cuando menos bizarra - elección de Hasselhoff. Su mejor interpretación hasta la fecha, para qué engañarnos, la tuvo en Bob Esponja, the movie, donde, en un ejercicio de sana ironía, era capaz de reírse de su propia imagen parodiando su papel de vigilante de la playa. Si aquí hubiera optado de nuevo por la autocaricatura hubiera tenido un pase, pero desgraciadamente tanto director como actor eligen tomarse en serio un personaje que no hay por donde cogerlo. El magnífico John Rhys-Davies - 12 días de terror, En busca del Arca perdida - pasa por allí para cobrar su cheque y la sexy Crystal Allen nos hace de la socorrida bióloga con remordimientos, ofreciéndonos unas poses impagables cada vez que empuña una pistola. La película está diseñada - es un decir - para continuar inmediatamente con una cuarta parte donde no repetirá Hasselhoff  aunque volveremos a disfrutar de la anatomía de Allen y la desgana de Rhys-Davies.

A destacar: Como único motivo de diversión, el director carga las tintas con escenas de gore verbenero en los primeros instantes de la cinta. Desgraciadamente, el splatter pronto da paso a la socorrida y falsa sangre digital.  



Trailer del film

lunes, 26 de diciembre de 2011

ANACONDAS: La Cacería por la Orquídea Sangrienta (USA, 2004)

Título original: Anacondas: The Hunt for the Blood Orchid. Dirección: Dwight H. Little. Guión: John Claflin & Daniel Zelman. Producción: Screen Gems. Música: Nerida Tyson-Chew. Intérpretes: KaDee Strickland, Johnny Messner, Matthew Marsden, Nicholas Gonzalez, Salli Richardson-Whitfield, Morris Chestnut, Karl Yune, Eugene Byrd, Andy Anderson.  Duración: 92 minutos.

De qué va: Una expedición financiada por una multinacional farmacéutica viaja a la isla de Borneo en busca de una rara orquídea que posee unas propiedades que permiten retardar los efectos del envejecimiento. En el camino se encontrarán con un grupo de gigantescas y hambrientas serpientes

La criatura: Como el título indica, nos encontramos de nuevo con las temibles Anacondas. Estas han aumentado el tamaño y la fuerza de manera considerable gracias a que en su dieta han incorporada a la mencionada orquídea sangrienta. Además se encuentra en periodo de apareamiento, lo cual las hace especialmente activas. También es mala suerte...

La película: Secuela directa de Anaconda, podríamos decir que en su primera media hora es prácticamente un remake de aquella, cambiando el rodaje de un documental por una expedición científica. Técnicamente superior, el avance en los efectos infográficos se hacen notar en esos siete años que separan ambos títulos, con una recreación de las serpientes bastante más creíble. Desgraciadamente el guión sigue paso por paso los tópicos de este tipo de aventuras, con una trama previsible y unos personajes excesivamente estereotipados que difícilmente ayudan a la identificación del espectador y cuya mayor empatía la provoca el mono del capitán que interpeta el apolíneo aunque más bien insulso Johnny Messner - Lágrimas del sol - .

Afortunadamente, el poco interés que aporta el reparto viene compensado por una apañada dirección de Dwight H. Little, - Prison Break, Asesinato en la Casa Blanca -  artesano de escasa personalidad pero suficientemente conocedor del oficio, que logra algún que otro buen momento de tensión y un acabado técnico bastante competente, en especial  la excelente fotografía de Stephen F. Windon - Rapa Nui, Deep blue sea -.

Puro cine palomitero que en muchos aspectos puede resultar superior a su predecesora y que, desde luego, sirve para pasar un rato entretenidísimo sin más pretensiones, lo cual no es poco. Ahora que si lo que se busca es originalidad, este no es su título.

A destacar: La secuencia de la cascada, muy bien rodada y que supone un importante punto de giro en una trama que, hasta ese momento, se había limitado a imitar el primer título sin apenas desviarse un ápice.


Trailer del Film

sábado, 26 de noviembre de 2011

ANACONDA (USA, 1997)

Título original: Anaconda. Dirección: Luis Llosa. Guión: Jim Cash, Jack Epps Jr., Hans Bauer. Producción: Columbia Pictures. Música: Randy Edelman. Intérpretes: Jennifer López, Jon Voight, Jonathan Hyde, Ice Cube, Owen Wilson, Eric Stoltz, Kari Wuhrer, Vincent Castellanos, Danny Trejo.  Duración: 89 minutos.
De qué va: Un equipo de cine dirigido por Terri (Jennifer López), se dispone a realizar un documental sobre la tribu perdida de los Shirishama, navegando por el Amazonas. En su trayecto rescatan a Paul Sarone (Jon Voight), un cazador de serpientes que, en agradecimiento, promete guiarlos hasta los dominios de la citada tribu.

 La criatura: Una anaconda de varios metros que no permite que nadie se acerque a sus dominios. Las anacondas viven principalmente bajo el agua, cuentan con un cuerpo ancho y musculoso que puede alcanzar los 8 metros de longitud. Tardan pocos segundos en dominar a su presa, a la que asfixian rodeándola en forma de anillos. Es conocida también su facultad de desencajar la mandíbula para tragar presas de gran tamaño que empuja hacia la garganta gracias a sus cuatro filas de dientes. La serpiente de la película está bien recreada por un animatronic y algo peor en las secuencias con CGI.


La película: Unos años antes, Steven Spielberg rodaría Parque Jurásico, revolucionando el mundo infográfico en el cine, que a partir de ahora se plagaría de toda clase de bichos recreados por ordenador. Anaconda pertenece a esta corriente que surgió a raíz de aquel famoso título, aprovechando la figura de un temible animal no excesivamente explotado en el cine.

Es difícil encontrar una crítica favorable a este título que en su día logró la friolera de 7 nominaciones a los Premios Razzie. Los motivos son el extremadamente convencional desarrollo de la trama, que va telegrafiando previamente la mayoría de sucesos al espectador, el desaprovechado reparto y unos efectos especiales pobres para lo que se esperaba de una producción realizada por un gran estudio.

Aunque todo esto no deja de ser cierto, no lo es menos la absoluta honestidad del producto, que logra un ritmo impecable en los acontecimientos desde el minuto uno, convirtiéndose en ese título que todos repudiamos, pero al que no podemos resistir el enésimo visionado si nos lo encontramos por casualidad en un  pase televisivo. Sin ser un gran título, sí que es un producto bien rodado que, si no se toma excesivamente en serio, cumple perfectamente su función de entretenimiento.

El reparto, como ya se ha apuntado, desaprovecha a intérpretes tan interesantes como Hyde o Wilson, del resto, mencionar a Jennifer Lopez  luciendo palmito frente a una Kari Wuhrer a la que, por una vez, no la dejan desnudarse, unos insulsos Cube y Stoltz y un - directamente ridículo - Jon Voight con sobredosis de botox.

A destacar: La secuencia inicial, interpretada por Danny Trejo, que logra su cometido como gancho y un adecuado clima de tensión sin mostrarnos a la criatura.



Trailer de Anaconda

domingo, 13 de noviembre de 2011

MEGA SHARK vs. CROCOSAURUS (USA, 2010)

Dirección: Christopher Ray. Guión: Micho Rutare, Naomi L. Selfman. Producción: The Asylum. Música: Chris Ridenhour. Intérpretes: Jaleel White, Gary Stretch, Sarah Lieving, Robert Picardo, Gerald Webb, Hannah Cowley, Steven Mason, Dylan Vox, Nicola Lambo. Duración: 83 minutos.

De qué va: El megalodón de la primera parte ha vuelto y esta vez su objetivo son los gigantescos huevos de un cocodrilo enorme que plantará cara al escualo con tal de defender su prole. El Dr. Terry McCormick (Jaleel White) se unirá al agente Hutchinson (Sarah Lieving) y a un experto caza cocodrilos (Gary Stretch) para detener la amenaza que se cierne sobre la Humanidad.

La criatura: De nuevo el megalodón que gusta de hacer cabriolas por el aire. Ahora se enfrenta a un cocodrilo prehistórico - ¿un crocosaurio?- no de 4 ni de 40, no: de 400 metros. Pásmense.

La película: No debió irles mal con la aquí reseñada Mega Shark vs. Giant Octopus puesto que repitieron la operación al dedillo en esta continuación en toda regla. El megalodón sobrevivió al enfrentamiento con el pulpo gigantesco y esta vez va a por los cientos de huevos que un cocodrilo enorme va diseminando por todo el globo terráqueo como si de un esturión se tratara.

Aunque pudiera parecer imposible, los responsables consiguen hacer un título tan infame como el primero, con un guión sin pies ni cabeza donde los personajes -calificativo demasiado generoso- se limitan a ir de aquí para allá en helicóptero y donde las situaciones surrealistas se suceden sin desmayo. Con todo, el problema principal no radica en un guión y diálogos que bien podría haber escrito un niño de ocho años, no. El principal inconveniente - y que hace absolutamente insufrible esta experiencia- es que los efectos especiales jamás logran dotar de un mínimo de realismo a las criaturas, siendo imposible tomar en serio nada de lo que acontece. De este modo, los animales jamás interactuan con los actores de carne y hueso creando dos planos distintos dentro del mismo film, deslavazado y sin sentido: uno con las reacciones de los actores a lo que se supone que sucede ante sus ojos, otro con dibujos animados de baja resolución de los monstruitos repitiendo siempre los mismos gestos en un bucle que denota la pobreza de medios y de interés por hacer algo mínimamente decente.

Dirige el cotarro el hijo de Fred Olen Ray que no parece haber heredado la gracia - discutible, pero gracia al fin y al cabo -  del padre aunque por lo menos evita el tono videoclipero de la primera y cuida un poquito más el diseño de los interiores. Algo es algo, aunque en esta ocasión sea muy poco.

A destacar: Entre el reparto principal, compuesto por los inexpresivos Sarah Lieving - 666: The Child - y Gary Strecht - Alejandro Magno - , encontramos nada más y nada menos que a Jaleel White, al que toda una generación siempre recordaremos como el inefable Steve Urkel en la serie Cosas de casa. White, hay que decirlo, es el único que intenta tomarse en serio su papel en este desaguisado. Pero ni por esas.


Trailer de este bodrio

domingo, 16 de octubre de 2011

COCODRILO ASESINO II (Italia-USA, 1990)

Título original: Killer crocodile II. Dirección: Gianetto de Rossi. Guión: Fabrizio de Angelis, Gianetto de Rossi y Dardano Sacchetti. Producción: Fulvia Film. Música: Riz Ortolani. Intérpretes: Debra Karr, Anthony Crenna, Ennio Girolami, Tony de Noia, Héctor Álvarez, Clara Gimenez, Terry Baer, Alan Bult.  Duración: 82 minutos.

De qué va: Destruido el primer cocodrilo y una vez descontaminado el río, las autoridades pretenden abrir un complejo turístico en la zona. Liza, una periodista del Nueva York Chronicles sospecha que no es cierto que se hayan deshecho de los barriles tóxicos y decide investigar por su cuenta. Mientras, un segundo animal comienza de nuevo a sembrar el terror.

La criatura: Otra vez un colosal cocodrilo calcadito al primero -como que se trata del mismo animatronic y se usan incluso imágenes del título anterior-. De Rossi sabe que el cocodrilo en el agua da más el pego y lo deja ahí, flotando la mayor parte del tiempo. Aún así, sus ataques son tan divertidos que le perdonamos que parezca el hermano pequeño de Godzilla.

La película: Continuación inmediata de su precedente -como que comienza con la última imagen de aquella y un resumen del desenlace para refrescarnos la memoria-, con parte del reparto de aquel y cediendo la dirección al responsable de los efectos especiales,  uno de los más eminentes que ha dado el cine fantástico europeo. Un título que en cierta medida resulta preferible al primero en la medida que aquí se prescinde casi por completo de pretextos y va directa al grano sin apenas sonrojantes diálogos ni secuencias de desarrollo de unos personajes sin ninguna enjundia.

Es cierto que aparece el político corrupto de costumbre y unos esbirros que pretenden cerrar por vía expeditiva la investigación de la periodista, pero afortunadamente el cocodrilo da buena cuenta de ellos -para expeditivo él- y la película se centra en lo que nos interesa. Los ataques de la bestia son tan desvergonzados - y divertidos-  como en el primer título destacando el momento en el que se zampa a toda una clase de alumnos de un colegio religioso en un plis-plas. En el debe decir que el gore brilla por su ausencia, probablemente por la imposibilidad para De Rossi de dedicarse  a un tiempo a los dos menesteres. A su manera, divertida y desde luego con mayor encanto que otros bodrios por el estilo procedentes de productoras como la Nu image o la Asylum.

A destacar: Después de una presencia testimonial de mujeres en el primer título, se agradece el protagonismo de Debra Kar como la periodista metomentodo. Aunque luego apenas continuaría su carrera como actriz, la chica no lo hace del todo mal y encima enseña carne. ¿Qué mas pedirle a una primeriza?



Trailer de Cocodrilo Asesino II

sábado, 24 de septiembre de 2011

COCODRILO ASESINO (Italia, 1989)

Título original: Killer Crocodile. Dirección: Fabrizio De Angelis. Guión: Fabrizio De Angelis & Dardano Sacchetti. Producción: Fulvia Film. Música: Riz Ortolani. Intérpretes: Anthony Crenna, Ann Douglas, Ennio Girolami, Van Johnson, Bill Wohrman, Sherrie Rose, Julian Hampton, John Harper, Grayb Jordan.  Duración: 94 minutos.

De qué va: Un enorme cocodrilo provoca la muerte y la destrucción en los pantanos de un exótico país. Mientras, un grupo de jóvenes ecologistas descubren que dichos parajes están siendo utilizados como fosa séptica por una compañía de residuos tóxicos, lo cual está causando mutaciones en la fauna local.
La criatura: Un mastodóntico cocodrilo capaz de destrozar casas y embarcaciones y elevarse del suelo varios metros sin mayor problema. Pese a sus numerosos ataques a humanos no parece que estos le gusten demasiado ya que, aunque algo masticados,  siempre deja enteritos los cuerpos, algo extraño tratándose de un reptil de semejante tamaño. Su aspecto es bastante rígido, con una sola articulación, la de las fauces, que provoca más risa que otra cosa, aunque quietecito pueda dar el pego; el presupuesto no daba para más...

La película: Explotación tardía de Tiburón que representa uno de los puntos más bajos del subgénero.
Dirigida torpemente por Fabrizio De Angelis -mejor productor que director-, la cinta jamás logra elevarse por encima de unos diálogos alarmantemente pobres, unos intérpretes escandalosamente mediocres - es una lástima ver aquí a Van Johnson, enésima vieja gloria hollywoodense que acaba con sus huesos en este tipo de producciones- , y una falta de originalidad narrativa apabullante.
Con todo, la cinta puede resultar involuntariamente divertida, merced a lo risible de las secuencias de ataque del cocodrilo que rozan el surrealismo en multitud de ocasiones, como el momento en el que el cazador interpretado -es un decir- por Ennio Girolami -hermanísimo de Enzo G. Castellari- se lanza de pie sobre el cocodrilo y va desapareciendo bajo el agua al tiempo que intenta clavarle un arpón a la criatura.  Otro momento especialmente delirante resulta cuando varios hombres se lanzan al río -donde son devotamente devorados por el cocodrilo en cuestión.-  para salvar a una niña a la que bastaba con ofrecerle la mano para subirla al muelle. Con todo, la película siempre provocará en el aficionado ese agradable regusto a genuina explotación italiana de los 80 y los abundantes ataques del reptil pueden hacer entretenido su visionado. Y hablando de explotaciones, mencionar que el sentido de la oportunidad de De Angelis hizo que se rodara suficiente material para estrenar al instante una secuela, Cocodrilo asesino 2. Pero esa es ya otra historia que contaremos a su debido tiempo.

A destacar: La participación de dos pesos pesados del fantástico italiano: Riz Ortolani, - responsable de la excelente partitura de Holocausto caníbal y que cuenta con alguna nominación al óscar -, que aquí no debía encontrarse con demasiadas ganas de trabajar ya que su leitmotiv es muy similar al score creado por Williams para Tiburón, y Giannetto De Rossi, responsable del maquillaje y que realiza una encomiable labor en los efectos gores de esta cinta. Con una dilatadísima carrera, De Rossi es responsable de los efectos de maquillaje de multitud de títulos como No profanar el sueño de los muertos, Nueva York bajo el terror de los zombis, Dune o La última legión, por citar sólo unos pocos ejemplos.



Trailer alemán de Cocodrilo Asesino


viernes, 19 de agosto de 2011

ALERTA COCODRILO (Alemania, 2006)

Título original: Zwei zum Fressen gern. Dirección: Simon X. Rost. Guión: Derek Meister. Producción: Dreamtool Entertainment & Medienfonds GFP. Música: Guido De Angelis, Maurizio De Angelis. Intérpretes: Doreen Jacobi, Christian Tramitz, Jennifer Ulrich, Dirk Bach, Thomas Schmieder, Marco Bretscher-Coschignano, Andreas Geiss, Oliver Masucci, Benjamin Hartinger, Adele Neuhauser. Duración: 91 minutos.

De qué va:
Un accidente en el transcurso de una operación de tráfico de animales provoca que un cocodrilo de grandes dimensiones vaya a parar al río Danubio. El descubrimiento de los restos despedazados de un corzo provoca que la forense Ann Berg con ayuda de Mitch McDearie, un experto en reptiles, investigue la existencia del terrible depredador. Pero los traficantes estarán dispuesto a todo con tal de recuperar sano y salvo al animal.


La criatura: Un cocodrilo de unos 6 metros de longitud. Tremendamente agresivo, su peligrosidad se acentúa en un ecosistema tan pacífico como es el romántico Danubio. El bicho en sí no tiene demasiado protagonismo a lo largo del metraje, pero las veces en las que aparece está muy bien recreado.

La película: Nos encontramos ante un telefilm alemán que en propuesta, tono, estética y resultados se asemeja mucho a una producción para adolescentes producida para el canal Disney. Esa es la mejor manera de definir un título basado en los continuos chascarrillos de la pareja protagonista una atractiva Doreen Jacobi y un rudo Christian Tramitz que juegan a la sempiterna lucha de sexos vista en tantos títulos más logrados que este y que tiene como inmediatos y evidentes referentes a Cocodrilo Dundee y Mandíbulas. Esto aún podría despertar alguna simpatía si no fuera por la continua intervención de un tercero en discordia, el cómico alemán  Dirk Bach, aquí una especie de fotógrafo-escudero cuya presencia llega a ser ciertamente irritante y lastra las - escasas- posibilidades de diversión de la cinta.

Una comedia sin gracia, con animal feroz de fondo, nada de gore - los escasos ataques de la bestia siempre son fuera de cuadro - y algún que otro desnudo, poco más. El reparto no nos dice absolutamente nada si exceptuamos a la joven actriz que interpreta a la hija del protagonista y que ha logrado cierta notoriedad merced a su protagonismo en la excelente La ola y el siguiente título de su director, Dennis Gansel, esta vez una historia de vampiros que nos ha llegado con el título de Somos la noche.
En definitiva, un título sólo reservado para cuando apetezca ver una de bichos pero no puedan deshacerse de los niños.

A destacar: La recreación del cocodrilo, tanto el animatronic como los efectos digitales, están bastante logrados, superando a films de mayor importancia y presupuesto.



Fragmento del film