De qué va: Varias personas desaparecen en misteriosas circunstancias en una localidad costera de California. Sus restos aparecen en el mar completamente despedazados. Un periodista (John Huston) sospecha que las obras de construcción de un túnel bajo el agua tienen algo que ver y pide ayuda a Will Gleason (el peckinphariano Bo Hopkins), un biólogo experto en orcas, para que averigüe el motivo de estas muertes.
La criatura: Un pulpo gigante. Con ocho poderosos tentáculos cargados de ventosas tan peligrosas como las zarpas de un tigre y un duro pico con el que succiona a sus víctimas; además es capaz de lanzar enormes chorros de tinta para escapar de sus enemigos. La criatura no aparece explícitamente demasiado, pero en las veces que lo hace la combinación de efectos especiales e imágenes de pulpos reales está bastante conseguida.
La película: Se dice que Assonitis, nada más salir del cine de ver Tiburón, se fue a su casa a escribir el argumento de su film. Es perfectamente creíble porque esta es probablemente la primera explotación que se estrenó del film de Spielberg. El avispado productor-director sólo tuvo que pensar qué criatura podría competir con un enorme tiburón blanco a la hora de provocar los mayores terrores atávicos, darle apariencia de lujosa producción Hollywoodense y esperar los ingresos en taquilla.
A pesar de contar con un reparto internacional de prestigio, un guión plagado de agujeros -¿qué sucede al final con las obras del túnel?, por ejemplo - , diálogos absurdos y escenas que no aportan nada a la trama, - sin duda con el objetivo de alargar el metraje sin demasiado costo adicional - lastran el resultado final. El film no soporta la más mínima comparación con su referente, debido a la habitual torpeza tras la cámara de su director, empeñado en desaprovechar las enormes posibilidades que tenía semejante criatura de reminiscencias míticas en pantalla. Su pobreza de recursos narrativos unido a una banda sonora machacona e irritante hace que el balance sea decididamente negativo a pesar de contar con una estupenda fotografía en las secuencias marinas.
Curiosamente, Assonitis aporta una idea que luego sería empleada por los responsables de Tiburón 2: la carrera de veleros que es desmantelada por el furibundo ataque de la bestia. ¿Los productores de Tiburón saqueando ideas a la "exploitation"? Todo es posible. Incomprensiblemente - o no tanto - el film cuenta con cierto prestigio en Italia. Enlaces procedentes del exhaustivo blog de wikiwiki131, Horror Zone 2.0.
A destacar: La escena de la desaparición del bebé, fuera de cuadro. Aunque, bien pensado, la planificación de la misma no es más que un plagio de la secuencia que precede a la muerte del pequeño Alex en Tiburón.
Trailer internacional del film
No recuerdo que me paso con esta peli que la consegui hace años pero no la pude ver entonces, asi que a por ella que voy, estupenda reseña!
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias, Punk. Aunque tiene algún momento reseñable, supone una gran oportunidad perdida.
ResponderEliminarMe gustaría revisar esta película que formaba parte de la programación de mis queridos y desaparecidos cines de programa doble, además apenas la recuerdo. Entrañables estas exploitations con director italiano y reparto americano con viejas glorias. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEfectivamente, la palabra es entrañable, sobre todo para los que las hemos visto de crios. Aunque esta en concreto no es una de las más felices. Saludos
ResponderEliminarJajaja, los italianos una vez más explotando el cine yanki, que mal que en esta ocasión haya sido con malos resultados. A ver si algún día inventa un film que haga justicia al mito del kraken.
ResponderEliminarSí, creo que no le ha llegado aún su gran película.
ResponderEliminarLo que más me gusta de esta peli es la música de Stelvio Cipriani (aunque este hombre se autoplagiaba que daba gusto).
ResponderEliminarMuy buen blog Quimerico. Saludos.
Cierto, Ordel, los score de algunos compositores italianos solían estar por encima de muchas de las películas que sonorizaban. Riz Ortolani sería otro buen ejemplo.
ResponderEliminarSaludos, Ordel, un inmenso placer verte por aquí. Gracias por tus palabras de ánimo.